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Desde la noche del 15 de mayo está en funcionamiento el refugio de contingencia para personas en situación de calle en Florida. El dispositivo, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) con apoyo de diversas instituciones públicas, tiene lugar en el centro comunitario La Calera, ubicado en calle 33 entre General Flores y Tuzangó, en un local cedido por la Parroquia de la Catedral.
La apertura se da en el marco de una estrategia nacional que busca brindar respuestas urgentes a una realidad compleja. Según el último relevamiento del Ministerio del Interior, en Florida hay 23 personas en situación de calle, entre ellas una mujer.
“Este refugio es una respuesta puntual pero fundamental para quienes están atravesando una situación extrema”, expresó el director departamental del MIDES, Sebastián Vélez. Aclaró que el refugio tendrá un funcionamiento temporal, desde el 15 de mayo hasta los primeros días de noviembre, y destacó que forma parte de una política de abordaje integral, que implica también trabajar sobre salud mental, consumo problemático y trayectorias de vida marcadas por la ruptura de vínculos familiares y sociales.
El refugio cuenta con entre 14 y 17 cupos diarios. Las personas ingresan a partir de las 19 horas y se retiran entre las 9 y las 10 de la mañana del día siguiente. La cena y el desayuno son elaborados por el Batallón de Florida, con alimentos provistos por el INDA.
Daniel de León, coordinador regional del MIDES, explicó que el dispositivo es gestionado por la asociación civil CLAEH, que desde hace tres años realiza la contratación de personal responsable del cuidado, la limpieza y el mantenimiento del lugar. La articulación institucional incluye al Ministerio de Defensa, Ministerio de Salud Pública, Ministerio del Interior, INAU, Jefatura de Policía de Florida y el Comité de Emergencia (SECOED), que funciona en coordinación con la Intendencia.
“Más allá del refugio, es necesario continuar profundizando estrategias que ataquen el problema de fondo”, subrayó Vélez, señalando que el fenómeno de la calle es internacional y obedece muchas veces a deterioros paulatinos en la salud mental o al consumo problemático, además de trayectorias institucionales previas como pasajes por cárceles o centros de protección del INAU.
Desde el MIDES se evalúa además la posibilidad de acondicionar un espacio específico para mujeres, dado que aunque en menor número, también se presentan casos femeninos. La mayoría de la población asistida ronda entre los 18 y 35 años, con un perfil altamente masculinizado.