Navegando en las redes y escuchando algunos informes radiales y televisivos acerca del acto del 1ero de Mayo, una expresión reiterada por parte de muchos ciudadanos, que esperaban alguna frase u pensamiento razonable, digno al significado de la fecha y lo único que escucharon fue otro nuevo acto de los grandes “hijos de Marx”, admiradores del totalitarismo isleño y correveydiles de Maduro, que agitaron las banderas del odio de clases y aumento de brechas, fue la expresión de ¡Hipócritas!
Recuerden que Hipócrita, no tiene nada que ver con Hipócrates el padre de la ética médica, hombre genial que tampoco podría entender que padecimiento los hace tan negativos y destructivos.
Quizás Freud podría ayudar con eso.
El Hipócrita expresado, tiene un significado que se define según la real academia, como alguien que finge una cualidad o sentimiento”.
Hoy se ha transformado en un sinónimo de dirigente gremial.
Yo también, esperar que esta gente, que dirige la oposición, diera alguna opción inteligente, solución o alternativa a la reforma, me hace pecar de ingenuo.
No existe ninguna posibilidad, ni siquiera invocando a Pitágoras, Arquímedes o a Euclides, aquellos matemáticos griegos, que puedan justificar los razonamientos económicos presentados, al escaso público que los siguió y que creo, fueron más por los choripanes XL y las borlas de Fraile de 3 por 50 pesos.
Esto resulta así porque no hay forma de que cambien el discurso de los revolucionarios y sangrientos años 60.
Y Ahí andan repitiendo las consignas contra el capitalismo, contra el imperialismo yanqui, contra la propiedad privada, los homenajes infaltables y de manual, a Cuba, que los obsecuente y dogmáticos de siempre aplauden a rabiar y también a los nuevos “cabeza lavada”, como el representante gremial de 30 niños adolescentes, ocupas, que casi rompen en llanto por la emoción que le genera tal discurso.
Otro muy emocionado fue el “ colorado de Omar”, pero ese apoya todo y va a todos los actos donde hay cámaras, así que no cuenta como público .
Escuchar al calvo y representante señor, aquel que huye de los accidentes de tráfico que produce alcoholizado y que por esas cosas de la vida, su apellido significa “servidor de Dios”, aunque lejos de ello está, pues solo sirve a sus intereses y de los FAPITCNT, pero no del pueblo, decir con una virulencia dialéctica que “evaluará impugnar la reforma”, tampoco fue original y mucho menos inesperado.
Definitivamente, si es que alguna vez lo fueron, no son representantes de la clase obrera y trabajadora de verdad, solo representan sus intereses políticos y sus banderas sanguinolientas.