Sebastián Pastorino: OTROS TIEMPOS VENDRÁN

No están dadas las condiciones para un retorno apropiado Por Sebastián Pastorino Más allá del deseo que todos tenemos de volver a compartir y sentir el fútbol del interior, esa actividad tan importante en cada comarca y nutriente esencial para la convivencia y la construcción social de nuestros pueblos -que naturalmente extrañamos-, también debemos analizar que el contexto para su retorno no es el más favorable. El deporte como expresión pura es importante en estos tiempos, y su práctica ayuda en todo aspecto; celebramos su reciente apertura. Pero una cosa es el deporte como recreación o como práctica en sí misma, y otra el deporte organizado competitivo. Casi un año y medio después de aquel recordado viernes 13 de marzo la realidad nos pega duro, tanto así que hoy lo deportivo es ínfimo en relación a lo verdaderamente prioritario que es la salud. Atravesamos tiempos mucho más complejos que en los albores de la pandemia. Hoy los números son absolutamente superiores en casos positivos de Covid-19, en cantidad de internaciones en CTI, y con cifras devastadoras en relación a muertes. Pensar en el regreso a la actividad del fútbol del interior hoy en día es desconocer un contexto alarmante. En aspectos sanitarios no hay una relación lógica en creer que hoy podemos retornar mientras que durante el transcurso del año pasado salvo una decena de ligas en primera división y una veintena en juveniles no se hizo, cuando evidentemente hoy la situación es muchísimo peor. En cuanto a lo económico – otro aspecto fundamental en esto- está claro que la afectación ha sido brutal; los clubes apenas logran subsistir, y en caso de una eventual competencia difícilmente logren el aporte por sponsoreo de comercios y empresas cuyos coletazos de la crisis les ha golpeado y mucho financieramente Otra pata sustancial para la viabilidad del balompié chacarero es la posibilidad de vender entradas en sus partidos de fútbol. En un régimen muy acotado de ingresos económicos, ello hace la diferencia. Y con respecto a estos creemos que no está clara -ni se ve en el horizonte- una habilitación pensada, programada y apropiada de público en las canchas. No la vemos porque como ciudadanos hemos demostrado -hablando en términos generales- que no somos capaces de seguir protocolos o lineamientos con cierta responsabilidad; como «buenos uruguayos» (dicho esto en términos coloquiales, no literalmente) cuando nos exigen nos gana la indisciplina y ello es una complejidad (una piedra en el zapato) para quien organice un espectáculo, en este caso un partido de fútbol, con lo que creo que los clubes o las ligas no querrán lidiar. Supongo que otros tiempos se vendrán para el 2022, esperemos con una luz en el camino y otras claridades para poder avanzar sobre una base más concreta, sólida y con mayores certezas.

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