Nuestra ciudad siempre ha tenido una intensa actividad comercial dedicada a los más diversos rubros ofreciendo todo tipo de mercaderías y artículos, para satisfacer las necesidad de la población. Pero hay un rubro comercial que como tal, específico, hoy no existe pero que en el pasado tuvo singlar auge. Estamos refiriéndonos a las confiterías, consideradas como aquel comercio de elaboración de confituras, pastelería, tortas, caramelería, bombonería, en fin específicamente donde se fabrican dulces, y que además en su salón se sirve café, té y repostería en general. Pues rescataremos algunos de esos comercios que funcionaron a inicios del siglo 20 en nuestra ciudad y que dejaron de existir hace poco menos de 20 años. Nuestro abuelo Servando Francisco Echeverría Erazún, a quien no conocí, además de rematador, fue confitero, y a través de la prensa de la época rescataremos algunos de sus emprendimientos confiteros.
Confitería Oriental En el diario La Ley del 3 de junio de 1900, anunciaba que el Sr. Echeverría adquiría la «Confitería Oriental» de José Mª Echeverría (primo?), instalándose en el local propiedad de Valentín María Pérez sobre calle Independencia ente Cardozo y Rivera. Se trata de un hermoso edificio de dos plantas (el primero de esta altura en edificarse en la ciudad), que consta con local comercial en planta baja, vivienda para su propietario en planta alta y salida por calle Cardozo para caballeriza y carruajes. Esta edificación se mantiene tal cual hoy en día y en buen estado de conservación ocupada por distintos comercios, a excepción de la planta alta que se transformó en salón de eventos. Este diario La Ley anunciaba que «el comercio tendrá una elegante pieza reservada para señoras, y es de esperar que el público le prestará su más reservada atención.» Y el cronista finalizaba anunciando la inauguración «desde ya nos preparamos para tomar champagne con que su nuevo propietario obsequiará a sus clientes en el día de la apertura.» También el diario La Lucha del 1 de enero de 1901 se ocupa de este emprendimiento, noticiaba: «A pesar de no estar terminados los trabajos de pintura y demás que se practican en el espléndido y elegante salón propiedad de Valentín Pérez; hoy se inaugura en ella la Confitería, Café y billar de nuestro particular amigo Servando F. Echeverría.» La nota agrega que «dadas las inmejorables condiciones de higiene que en conjunto reúne dicho salón agregado a que es uno de los más cómodos y frescos, no dudamos que, mediante también las nuevas e importantes reformas que en su nuevo local implantará el amigo Echeverría, ha de ser llamado a reunir en él a la hig life de nuestra sociedad.» El artículo finaliza con un hermoso puntillazo final «…a la vez de desearle una buena cosecha de nuevos y buenos clientes, pero que todos ellos sean de pinti ponte.» El 4 de enero de 1901, el periódico La Lucha dio cuenta de la inauguración: «Tuvo lugar anoche la inauguración del nuevo local que en lo sucesivo ocupará la conocida Confitería Oriental propiedad del amigo Servando F. Echeverría. Con tal motivo obsequió a sus numerosos clientes con una copa de oporto.» «…En lo sucesivo podrán los amantes del buen café, ir a lo de Echeverría en la seguridad de tomarlo fresco y puro…» Obsérvese la importancia que se le daba a que fuera un local «fresco» e higiénico, que además tendría «una elegante pieza reservada a señoras» cosa de no entreverar los géneros, y exhortaba a que a este espacio «se le prestara reservada atención». También se aprecia la influencia europea en el lenguaje periodístico: «pinti ponte» y clientes «hig life»; diríamos una confitería al último grito de la moda, que demuestra una sociedad que venía en ascenso en delicadas cortesías. A través de estas notas periodísticas apreciamos una forma de vivir de la sociedad del 1900: glamour mostrado por ambiente diríamos refrigerado (fresco), higiénico (por contraposición de otros?), seguridad para las damas, inauguración a base de bebidas importadas, champagne y oporto. En una palabra de pinti ponte y para la hig-life social. Seguramente una Florida que se miraba en espejos europeos… pero no para tanto… En este comercio sucedió un hecho luctuoso al suicidarse un empleado, joven veinteañero, por desilusión amorosa, ocurrido en la trastienda en momentos en que el salón estaba ocupado por clientes. La noticia motivó detallada cobertura de la prensa local.
Confitería La Esmeralda Servando Francisco Echeverría también emprendió otra confitería, conjuntamente a la detallada anteriormente: «La Esmeralda» ubicada en Independencia Nº 115ª esquina Ituzaingó, al lado de la otrora farmacia Mendizábal. El Diario Oficial del 10 de junio de 1906, da cuenta que en sociedad con José Mª Echeverría. adquirieron esta confitería propiedad de los Sres. Agustín Tercido y Pedro J. López. Desconocemos más datos de este emprendimiento, hasta cuando funcionó, su ubicación exacta ya que la numeración de puerta no corresponde a la actual, pero como tal lo registramos.
Confitería del Centro Servando F. Echeverría también fue propietario de la Confitería del Centro que funcionaba dentro del centenario Café del Centro. Sobre este emprendimiento tenemos foto de la fábrica con 5 empleados, mi abuelo diligenciando y mi papá con unos 12 años de edad vestido de cocinero con gorro apropiado, batiendo una masa; la fotografía no está datada pero estimamos de 1920. Se aprecia nítidamente la maquinaria elaboradora, productos, enormes tachos de cobre y enseres de cocina. El Café del Centro ocupaba hasta la esquina de Independencia y Rodó con sala de billares, y la confitería con su fábrica elaboradora en el otro extremo del local. Al respecto el historiador Fernando Martín González en una publicación en diario El Heraldo de fecha 29 de mayo de 2003, refiriéndose al Café del Centro, recoge información suministrada por Wilson Monti quien ubicaba su fundación en el año 1900, quien además agregaba que «sus primeros dueños (tal vez los fundadores del despacho de bebidas eran Antonio Martinucci y Luis Pratto, mientras que la Confitería tuvo por fundador al vasco Servando Echeverría…» Desconocemos hasta cuando funcionó este emprendimiento en manos de Echeverría, pero finalizamos recordando que la Confitería del Centro, como tal, como rubro específico con planta elaboradora de dulces y pastelería, salón de ventas y con distinto propietario que el Café, tuvo vigencia hasta unos 20 años atrás. Hoy el Café del Centro, que es una identificación de nuestra ciudad, ofrece repostería pero no con las características que veníamos señalando. Hoy en día si bien se consumen estos productos, no existen empresas con plana elaborada y expendio al público en forma exclusiva de tales artículos. Pretendimos rescatar de la memoria estos comercios que en su momento funcionaron y funcionaron muy bien, a juzgar por la prensa de la época.