Recordando la película 300, la lucha y muerte de los espartanos ante el rey Jerjes, me vino a la mente alguna frase que pueden ser aplicables a nuestra historia reciente
El Rey vencedor, ordenó se borre toda memoria de los espartanos y quien escribiera su historia, la cantara o diera fe sobre su ejemplo heroico, sería mutilado y condenado.
Creyó que de esa forma, jamás sería develada la verdad de los heroicos actos y de las traiciones y fracasos en su propio bando.
Pero Jerjes no entendía que todo, tarde o temprano sale a la luz.
Con amenazas o con leyes prohibitivas, algún poema se escuchará
Desde los lejanos tiempos de las guerras griegas, y en el futuro, así se dará
Y solo los que tienen, digamos, “la cola sucia”, no les interesa una revisión profunda, y se resisten a que todos los ciudadanos sepan la verdad.
Pero no hay que ir a la península Balcánica, ni a las Termópilas, para ver y oír, gente que no quiere revisionismo, quizás por temor a que se les caiga el relato y sus, héroes, se descubra, que no eran más que simples hormigas o hediondos chanchos.
Ya conocemos muchos hechos qué fueron y siguen siendo juzgados por la justicia, a pesar de que las pruebas son, en algún caso discutibles, pero los acusados están pagando o murieron pagando sus delitos en contra de los derechos humanos y con pruebas que parecen, a los que tenemos poca o parcializada información, como escasas e insuficientes.
Ahora resulta que los Ministros García de Defensa y da Silveira de Cultura, se presentaron a la Comisión de derechos humanos del senado, porque pretenden darle acceso universal a la información, qué vaya a saber por qué, la izquierda vernácula, encabezada por Frenando Pereira, se niega a que ciertos documentos sean de conocimiento público.
Pobre Frenando, que enseguida puso el grito en el cielo, cuando se enteró de lo que para él es una flagrante tropelía, más verdades se ventilarían, solo falta entender el porqué de tanta ira.
¿Hay algo de esos documentos que políticamente no sea conveniente que se sepa?
Si no salen al dominio público y universal se puede alimentar dudas o surgir más fantasías populares.
El legendario Amodio Pérez, ya sabemos que el sólito no fue, vendido tantos años como el jorobado Espartano traidor, por lo menos fue el único, que dio la cara, escribió un libro y dio su versión
Preguntas siguen surgiendo.
Un ejemplo puede ser: ¿quién fue el responsable de vender a sus propios compañeros tupamaros?.
¿O el cómo? , si fue con tortura o grappa mediante, reitero esto sólo es un ejemplo.
Otro ejemplo podría ser quien estaba arreglado con las máximas autoridades del cuartel y se le permitía salir a negociar, comunicar o hacer mandados.
El hecho concreto es que es deber de esta administración de gobierno, en que se permita a toda la sociedad saber el contenido de esa información que tanto temor le da a don Pereira y asociados.
Considero la iniciativa ministerial como muy buena.
Quizás pueda hacer, qué una importante fracción de uruguayos, abra los ojos y sepa toda la verdad. Ojalá este trámite, no quede frenado