La lista 76 (Progresistas) plantea la necesidad de una respuesta urgente y coordinada
No existen datos oficiales sobre la cantidad exacta de personas que viven en la calle en Florida, pero las estimaciones realizadas por referentes sociales indican que al menos una treintena de personas se encuentran en esta situación, pernoctando en espacios públicos y enfrentando diversas dificultades.
Según Alejandro Arismendi, referente de la lista 76 (Progresistas), en los últimos tres o cuatro años el número de personas en situación de calle ha aumentado exponencialmente. Entre los factores que influyen en esta problemática se encuentran la falta de empleo, la precariedad económica y el consumo de estupefacientes, lo que dificulta la reinserción social de quienes atraviesan esta realidad.
Desde la lista 76 se plantea que es urgente que distintos organismos del Estado trabajen en conjunto para abordar la situación. La Intendencia, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), el Ministerio del Interior, Salud Pública y diversas ONG que ya han estado colaborando con personas en situación de calle deberían articular un plan integral de asistencia. “El Estado debe dar el puntapié inicial, creando espacios de acogida y asegurando una atención sanitaria que contemple las necesidades de estas personas”, afirmó Arismendi.
Asimismo, subrayó la importancia del compromiso de la sociedad civil, ya que, en muchas ocasiones, la problemática de la indigencia es ignorada. En la administración anterior del Frente Amplio, se lograron avances mediante la Mesa Interinstitucional de Desarrollo Social, como la creación de un refugio para mujeres y niños víctimas de violencia de género en el edificio donde hoy funciona la Oficina de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
La lista 76 enfatiza que abordar la situación de calle es una de sus prioridades y que llevará la discusión a la Junta Departamental, enmarcándola dentro de las Bases Programáticas del Frente Amplio. “No podemos seguir mirando para el costado. Es hora de una acción concreta y efectiva”, concluyó Arismendi.
Una realidad con rostros y nombres
Más allá de los números, detrás de cada persona en situación de calle hay una historia de vida, muchas veces marcada por la falta de oportunidades, problemas familiares o dificultades de salud mental. En los recorridos realizados por referentes sociales, se han encontrado con jóvenes que han quedado fuera del sistema educativo y laboral, adultos que perdieron su trabajo y no lograron reinsertarse y personas mayores sin redes de apoyo.
Uno de los casos mencionados es el de un joven de 24 años que, tras perder su empleo en la construcción y no contar con respaldo familiar, terminó viviendo en un espacio público. “Al principio dormía en casas de conocidos, pero con el tiempo se fueron agotando las opciones y ahora duermo donde puedo”, relató.
Estos relatos reflejan la urgencia de contar con soluciones integrales que incluyan capacitación, oportunidades laborales y un abordaje de salud mental que permita una verdadera reinserción. “No se trata solo de dar un techo por la noche, sino de generar alternativas reales para que estas personas puedan salir adelante”, afirmaron desde la lista 76.
El papel de la comunidad y las ONG
Si bien el Estado tiene un rol fundamental, las organizaciones de la sociedad civil han sido un eslabón clave en la asistencia a personas en situación de calle. En Florida, varias ONG y grupos solidarios brindan apoyo con alimentos, ropa y acompañamiento emocional, muchas veces con recursos limitados y sin apoyo estructural.
“Hacemos lo que podemos con lo que tenemos, pero necesitamos mayor coordinación y respaldo para ofrecer soluciones a largo plazo”, expresó un voluntario de una de estas organizaciones. Según afirmaron, en invierno la demanda de refugio y asistencia aumenta, pero durante todo el año es necesario un abordaje que contemple la dignidad y los derechos de quienes viven en la calle.
El desafío sigue siendo grande, pero desde distintos sectores se insiste en que la solución no puede postergarse más. La discusión está planteada y ahora resta saber qué medidas concretas se llevarán a cabo para enfrentar esta problemática que sigue creciendo en Florida.