Yo quiero saber la verdad

Desde hace algunos días, se está desplazando un maremoto de declaraciones oportunistas en varios temas, por parte de la oposición, cosa que no debería sorprender, porque no han hecho otra cosa desde aquel glorioso día, en el que, el poco ubicable Daniel Martínez, el fabricante diseñador de respiradores en pandemia hacia “la gran gorila”, golpeándose el pecho.

No han dado un solo ejemplo de solidaridad y patriotismo, todo esta mal o va a estar mal.
No consideran positiva, ninguna acción proveniente de la coalición de gobierno y no se salva nadie en ningún tema.
No voy a hacer un racconto o recapitulación de barbaridades expresadas, porque necesitaría mucho más que una columna y usted estimado lector las conoce bien.
Nos han querido dar lecciones de todo, desde mantenimiento edilicio liceal, que nunca cuidaron en su periodo, fueron especialistas virologos en pandemia, nos recomendaron las vacunas adecuadas y hoy hablan sobre seguridad pública, de moral, a pesar de vice presidentes renunciantes, procesados dirigentes y por si faltara poco, hasta Ortuño es erudito y palabra autorizada, además, súmele a la emperatriz Cosse, la dama Intendente, esa, a la que se le inundan los puentes por arriba, hablan de salubridad y sabor del agua.
En cualquier momento, esta última gasta el triple de lo gastado en el Antel Arena, haciendo un filtro purificador gigante de ósmosis inversa, en el Arroyo Pantanoso”.
Gracias a Dios existen, de lo contrario no existía mi columna y conocemos la verdad…de ellos.
Pero hay un tema en el cual no quieren que se sepa la verdad.
Raro.
Es raro que ellos, los paladines de la verdad, transparencia y justicia, estén molestos, incómodos y preocupados, desde que el Ministro Javier García, habló de hacer público los archivos que se poseen de la dictadura y que envió como proyecto de ley al parlamento.
Y entonces esta situación de querer que se sepa toda la verdad, que se tiene documentada, produce sudor frio, incomodidad, fastidio y repudio, sobre todo del “verborrágico incomprendido e imperturbable cara de granito” , don Fernando Pereira, presidente del nuevo conglomerado FAPIT que en declaraciones a la prensa amiga, compañera y militante, se ha mostrado muy sensibilizado.
¿Cuáles serán los verdaderos temores que lo consumen y agitan?
¿Habrá en esos documentos algo que comprometan nombres, prohombres, que fueron colaboracionistas y entregaron compañeros con una botella de grappa o caña de por medio?
Yo nunca creí que Amodio Pérez fue el único que colaboró.
Así que, ya que están yendo presos, tanto anciano militar, en algún caso muy enfermo, como responsable de crímenes de lesa humanidad, ¿no será bueno saber quiénes fueron cómplices en las capturas y entregaron de pies y manos a sus compañeros vendiendo su ideario, y hoy tienen engañado a miles de jóvenes.
Miren si sale el nombre de……
Yo quiero saber toda la verdad que se posea, y si ello implica desenmascarar cómplices, que se haga.
Que si hay que condenar socialmente, que se condene, porque por ley otra cosa no creo.
Yo quiero saber, ¿usted no?
Así cerramos el capítulo, ya es tiempo

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