Aprobación de Gobierno – Noviembre 2022
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Análisis
44% aprueba la gestión del gobierno nacional y 31% la desaprueba. Respecto a la medición anterior, se registra un leve incremento de la polarización evaluativa, decreciendo la aprobación neutra.
El gobierno encabezado por el Presidente Luis Lacalle Pou se encamina a cerrar 2022 con una brecha positiva de imagen de gestión, aunque con niveles de aprobación inferiores a los existentes al comenzar el año. Según nuestro Monitor de Opinión Pública de noviembre, 44% aprueba la gestión gubernamental, desglosado en un 13% que la califica como muy buena y un 31% que la considera buena. A la inversa, un 15% de ciudadanos la cataloga como “muy mala” y un 16% adicional la define como “mala”, lo que constituye un 31% de desaprobación. Finalmente, un 24% sostiene una evaluación neutra (“ni buena ni mala”). Comparando la aprobación con la desaprobación, el gobierno sostiene una brecha positiva de 13 puntos, un dato muy similar al del trimestre pasado (en aquel entonces, la brecha favorable fue de 14 puntos). Al mismo tiempo, es posible que en este trimestre se produjera una cierta polarización de la imagen de gestión, dado que aumentaron tanto la aprobación (3 puntos) como la desaprobación (4 puntos), a costa de un descenso de 7 puntos de la evaluación neutra. En una mirada de más largo plazo, en este trimestre se interrumpe la caída de aprobación positiva, que había sido de 5 puntos en cada uno de los dos trimestres previos. Y, en comparación a gestiones anteriores, desde que existe evidencia de opinión pública disponible para Uruguay, la actual gestión continúa siendo una de las mejores posicionadas durante el período de mitad de gestión.
Continúa también observándose una fuerte segmentación por electorados en la mirada sobre el gobierno. Entre quienes votaron a partidos de la Coalición Multicolor en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2019, sigue siendo contundente el respaldo a la gestión presidencial, con 74% de aprobación. Hay además una variación al alza en este trimestre, dado que en la anterior medición 67% del electorado oficialista evaluaba favorablemente al gobierno. En cambio, entre los frenteamplistas, solo 11% aprueba la gestión y un 61% la desaprueba, creciendo 5 puntos la desaprobación frente al trimestre previo.
La imagen del Presidente y el caso Astesiano
El contexto de medición de nuestro Monitor de Opinión Pública estuvo caracterizado por la fuerte discusión pública del “caso Astesiano”, el ex-custodio del Presidente hoy formalizado por diversos delitos y por haber utilizado instalaciones y recursos estatales para la comisión de los mismos. La alta visibilidad del caso, la responsabilidad asumida por el Presidente en torno al proceso de selección de Astesiano y las críticas realizadas por la oposición, se configuraron como un posible factor de impacto en la imagen del gobierno y/o del Presidente. Por esta razón, nuestra encuesta preguntó a los uruguayos si su imagen sobre el Presidente había cambiado en forma positiva, en forma negativa o si no había cambiado a raíz del caso Astesiano. Los datos exponen que, para la mayoría de los uruguayos (60%), la imagen sobre el Presidente no cambió a raíz de este suceso. A su vez, es mayor el porcentaje de quienes declaran que la imagen cambió en forma negativa (22%) que el que sostiene que cambió en forma positiva (8%).
Esperablemente, la imagen del Presidente en relación al caso Astestiano está muy influenciada por las preferencias político-partidarias. Sin embargo, en ambos electorados prevalecen quienes sostienen que la imagen presidencial no varió a raíz de este episodio. Entre los votantes de la Coalición, para el 13% la imagen del Presidente cambió en forma positiva, para el 12% en forma negativa y para el 69% no cambió. En tanto, entre los votantes del FA, sólo un 2% considera que varió positivamente, un 36% manifiesta que lo hizo en forma negativa y un 51% que el caso Astesiano no varió la imagen previa sobre el Presidente.
Otro dato relevante es que la simpatía hacia el Presidente no varió en forma significativa este trimestre. De hecho, los porcentajes de población que manifiestan simpatía (51%) y antipatía (28%) hacia el Presidente Lacalle Pou son casi idénticos a los recabados en la medición de agosto (51% y 27% respectivamente), encuesta previa al debate público sobre el caso Astesiano.
Por tanto, en términos generales, ni la imagen del gobierno ni la popularidad del Presidente parecen haber sido afectadas en forma muy relevante por el caso Astesiano, más allá que el episodio arroje un saldo negativo para el oficialismo. Si bien existe un 22% para el cual la imagen presidencial cambió en forma negativa, la mayor parte de este segmento está compuesto por electores opositores que, probablemente desde antes del caso Astesiano, ya desaprobaban al gobierno y/o manifestaban antipatía hacia el Presidente. Complementariamente, en algunos electores el efecto Astesiano pudo haber tenido un impacto negativo pero insuficiente como para alterar sustancialmente el sentimiento de cercanía hacia el Presidente o la mirada sobre la gestión de gobierno. Por ejemplo, entre quienes declaran haber cambiado en forma negativa la imagen sobre el Presidente Lacalle Pou, hay un 22% que declara simpatía hacia su figura.
En suma, el principal efecto del caso Astesiano sobre la opinión pública habría sido el refuerzo de imagen negativa del oficialismo dentro del segmento de electores opositores más “duros”, sin generarse en cambio impactos negativos sobre los niveles de aprobación de gestión (que de hecho tuvo una leve suba) ni tampoco sobre los niveles de simpatía o antipatía hacia el Presidente (que se mantuvieron estables).