El ex custodio presidencial anunció que se instalará en Sarandí Grande para dedicarse a un almacén y prometió hablar sobre quienes “se lavaron las manos” durante su proceso judicial.
Alejandro Astesiano, exjefe de seguridad presidencial, fue liberado de la cárcel de Florida luego de que la Justicia aprobara su libertad anticipada, tras cumplir más de dos años en prisión. Visiblemente emocionado, Astesiano expresó su deseo de reencontrarse con su familia y comenzar una nueva etapa en Sarandí Grande, donde ha puesto en marcha un almacén mayorista.
“Fue un proceso muy difícil, pero estudié y trabajé para lograr esto, la libertad”, comentó al salir del penal. Aunque aún no brindó detalles sobre su caso, Astesiano aseguró que llegará el momento en el que hable de su condena y de “la gente que se lavó las manos” durante su proceso judicial. Por ahora, dijo que su prioridad es encontrar paz y disfrutar de su familia, en especial de sus nietos, a quienes verá tras varios años de privación de libertad.
Nuevo emprendimiento y apoyo a los reclusos
Astesiano comenzará a gestionar un almacén en Sarandí Grande, y resaltó que, además de vender productos mayoristas, ofrecerá la oportunidad a otros privados de libertad de exhibir y comercializar sus trabajos en su local. “Todos merecemos una segunda oportunidad”, afirmó, destacando que ya ha recibido pedidos de empresas locales, como la fabricación de tablas de madera.
Durante su estancia en prisión, Astesiano no solo estudió y trabajó para su reinserción, sino que mantuvo el respeto hacia los funcionarios y compañeros de la Unidad 19. “Siempre hay que respetar a todos los que estuvieron ahí”, señaló al despedirse del personal del penal.
Futuro incierto y enfoque familiar
Aunque Astesiano afirmó que por el momento no tiene claro si participará en las próximas elecciones, su abogado confirmó que sí puede votar. “No sabía que iba a salir, imaginate, no tenía eso en mente”, comentó al ser consultado sobre su intención de votar.
En esta nueva etapa, su principal objetivo es disfrutar del tiempo con su familia, especialmente con sus nietos. Tras desconectarse de los medios y de la atención pública durante las últimas horas previas a su liberación, Astesiano solo espera “un poco de tranquilidad” antes de abordar los asuntos que aún permanecen sin aclarar respecto a su proceso judicial.
Astesiano vivirá cerca de Sarandí Grande, donde planea continuar su proyecto laboral y avanzar con su vida luego de los años de reclusión.
