Cooperativas locales alertan sobre la competencia desleal que enfrentan tras la reducción de aranceles en productos importados, y exigen respuestas del gobierno.
Representantes de la Cooperativa Molino Florida y el Molino Santa Rosa se reunieron con comisiones del Parlamento, manifestando su preocupación por la decisión del Ministerio de Economía de reducir la tasa arancelaria a 0% para la harina. La medida, que inicialmente se había presentado como temporal en el marco de la crisis inflacionaria derivada del conflicto en Ucrania, ahora es de carácter permanente, lo que, según los molineros, genera una competencia desleal con los productos importados.
Nelson Mas, vocero de la Cooperativa Molino Florida, explicó que, aunque en un principio se entendió la necesidad de disminuir los aranceles para enfrentar la inflación, la extensión indefinida de esta política ha impactado negativamente en la industria local. “Estamos viendo que la importación de harina ha aumentado un 135% entre 2022 y 2023, lo que está desplazando a los productos nacionales, y las industrias de galletas y fideos prefieren comprar harina importada”, señaló.
Preocupación por el futuro de la industria local
Mas advirtió que la situación es insostenible para los molinos locales, ya que están perdiendo ventas en el mercado interno. “Las harinas que no vendemos a las industrias las tenemos que embolsar y competir directamente en el mercado, lo que nos pone en una situación de desventaja”, comentó. Además, subrayó que la falta de controles sobre los productos importados agrava la situación, ya que muchas veces estos ingresan en grandes volúmenes sin supervisión adecuada.
A pesar de haber tenido reuniones con las comisiones de ambas cámaras, los referentes de los molinos no han recibido respuestas claras ni soluciones concretas. “Nos escucharon, pero no hemos obtenido ninguna respuesta hasta el momento”, expresó Mas, quien adelantó que están elaborando una nueva solicitud para reunirse directamente con el Ministerio de Economía.
Una situación que preocupa a todo el sector
La industria molinera uruguaya enfrenta una creciente incertidumbre debido a su dependencia de las fluctuaciones económicas de países vecinos, como Argentina. “Dependemos de los vaivenes de la economía argentina, que cambia constantemente”, lamentó Mas, destacando la dificultad de planificar en estas condiciones.
El sector continúa reclamando una revisión de las políticas arancelarias y mayor protección para los productos nacionales. Las cooperativas de Florida y Santa Rosa insisten en que las autoridades tomen medidas para evitar el deterioro de la industria local y preservar los puestos de trabajo en los molinos.