El Floridense Martín Ligüera confesó que tenía un acuerdo de palabra para ser el DT de Nacional luego de Alejandro Cappuccio pero admitió que lo sorprendió negativamente el adelanto de su segunda etapa.
«Nunca estuve parado desde que empecé a jugar al fútbol. Me ha pasado de no tener contrato pero siempre sabía que algo aparecía. Después me retiré como jugador y agarré la Tercera de Nacional muy rápido. Ahora tengo un tiempo libre para disfrutar», contó en Tirando Paredes sobre su presente.
Además, reafirmó que dejó atrás su paso por las formativas: «La experiencia en Tercera fue por tres años y medio. Ya era hora de ir por más, dar el salto. Nacional siempre es importante en cualquier división pero la adrenalina de dirigir en Primera es otra cosa y más para uno que lo vivió como jugador».
Sin embargo, hizo una aclaración: «Es difícil hablar sobre supuestos intereses pero Uruguay es Uruguay. Me van a decir ‘pero Martín, venís de dirigir en Tercera, la Sub-20 es parecida’, sí pero la selección te moviliza. Representar a tu país es otra cosa».
Con respecto a su reciente mandato en el conjunto tricolor, reveló: «Después del campeonato volví a Tercera porque es lo que estaba pactado. Eran solo cuatro partidos. Ahí charlamos con Decurnex que iba a ser el próximo DT pero los tiempos se adelantaron cuando le fue mal a Alejandro (Cappuccio)».
«Mi última etapa de jugador en Nacional fue la que más disfruté con mi familia. Esta como entrenador también es la que más sufrieron mis hijos. La nena me pregunta qué hice con la ropa de fútbol porque yo andaba todo el día vestido de Nacional», lamentó.
En tanto, se refirió al encuentro que tanto apuntan los hinchas: «El partido en Belvedere quedó marcado como que ahí se perdió el campeonato pero a mi me dolió más el de Deportivo Maldonado. Ahí no pateamos al arco, obviamente todo responsabilidad mía».
«Nos pasó de todo en Belvedere. Rafa García y Píriz lesionados, Trasante con cinco amarillas, Almeida tuvimos que cambiarlo, Zunino se lesiona, Trezza también… así y todo tuvimos opciones para liquidarlo pero el empate fue todo mérito de Liverpool», agregó.
Por último, a corazón abierto, reflexionó: «Perder en Nacional significa tener que irte. Lo que me dolió más no fue dejar de ser el entrenador, sino que tener que dejar al club, el lugar físico. Son muchos años. Julio Moreno que todavía está era mi profe cuando llegué con 12, imagínate».