La columna de “ El Teco”:

El zurdito está caliente

Me imagino que usted , estimado lector, al leer el título de esta columna, presto, raudo y veloz, comenzó a internarse en el contenido, buscando alguna cuestión irónica, acerca de alguien que sea votante de la izquierda criolla, vernácula oriental.

¿Cómo puede usted pensar, que yo pudiese ironizar sobre los males de gente que ya tiene suficiente dolor de barriga y muelas y se lo percibe cual alma en pena?

Jamás me referiría en ese término, con ese título o descripción a alguien que se siente abrumado, anonadado, ardido, afligido con la realidad que le toca vivir, sufrir a un gobierno elegido por mayoría contraria a su posición política.

Es devastador.

Nadie debería referirse en despectivos términos a alguien que sin lugar a dudas debe ser algo así como el adalid del respeto, los derechos humanos y referente de la cultura.

¿Cómo exponer al escarnio público y a la risa, a un ser que por su preferencia política, antirrepublicana y anti demócrata, que espera el fracaso de un gobierno que fue apoyado, según su definición política, referida en redes públicas y prensa por una manga de “fachos”?

No se debe echar sal en la herida de alguien que ha tenido que ver a sus referentes políticos, renunciar a vicepresidencia y que sus dignos representantes sean procesados.

Sería terrible tomarle el pelo a alguien que sin duda debe sentirse agobiado, con una fuerte opresión en el pecho, cuando descubre que los profesionales que engalanaban su proyecto político eran truchos.

No podría yo, exponer el fastidio de tal ser, que al ver que un gobierno contrario a su ideología, anuncia rebajas de impuestos, creados bajo la conducción de su grupo político de izquierda, que le metió las manos en los bolsillos de la gente.

No podría referirme en términos ofensivos a un ciudadano, que disfruta del carnaval y goza cuando un murguista, con título de humorista se refiriere, tratando de denostar, al tamaño de las partes íntimas de una dama, para generar odio, desprecio, resentimiento y después recula en chancletas.

Piense un momento en todo lo que ese ser tuvo que tolerar en estos tres años de coalición.

Perdió la elección, perdió con la LUC, perdió dirigentes, perdió prestigio, perdió credibilidad.

¿ y usted piensa que yo me voy a referir a él o a cualquier opositor al gobierno como “ el zurdito está caliente”

Yo iba a escribir la historia del “zurdito Pereyra”, terrible jugador, gran lateral que subía y bajaba con gran despliegue físico y que poseía una habilidad suprema para la moña y la gambeta, en su pierna izquierda, endiablada, que jugaba en el club del barrio y un día por desprolijo y calentón, lo mandaron al banco de suplentes y quedó muy enojado.

Y en la tribuna se decía, “El zurdito está caliente”.

Uno de los tantos crack que no llegaron.

De eso se iba a tratar, pero se hizo largo.

Y justo el “zurdito” se apellidaba Pereyra.

Casualidad nomás.

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