• 29 de septiembre de 2023

María Delia Rossi: Retrato

Ago 18, 2023

Es un hombre joven, tendrá unos cincuenta y cinco años. Había sido un luchador y un buen guitarrista. Generaba en su música notas que, acompañadas de su hermosa voz, muchas veces arrancaban una lágrima y un estremecimiento.
Hoy, después de mucho tiempo, le vi y sentí pena y nuevamente las lágrimas escaparon de mis ojos. Pero esta vez, no de emoción, sino de tristeza. ¡Estaba tan ebrio! Abrazaba su guitarra como siempre, pero no pegaba un acorde y su voz por momentos era un grito donde se adivinaban el dolor y la frustración.
Se siente solo. Sus hijos se olvidaron de que lo que hoy son y lo que tienen se lo deben a él. Pero bien está el dicho que, aunque no siempre se cumple, por algo está “cría cuervos y te arrancarán los ojos”.
Lo pensé en ese momento, pero, a pesar de la confianza, me dije “cállate que en boca cerrada no entran moscas”
Queriendo ayudarle le dije:
—Si me permites, voy a decirte algo.
Él asintió con la cabeza y en sus labios había una sonrisa, que más que eso era una mueca.
—No dejes que se cumpla el dicho “en casa de herrero, cuchillo de palo”. Tienes todo para salir adelante, y no te pido que dejes de tomar, solo que te demuestres a ti mismo que, aunque “la lucha es cruel y es mucha”, vale la pena luchar. Preséntale batalla a la vida y no hagas caso a las adversidades. No se necesita más que capricho. Dale de a poco, porque “el que mucho abarca, poco aprieta”. Todos debemos concientizarnos de que “solos vinimos y solos nos vamos”. Y emborráchate, pero de poesía, de música, y canta y saca a través de tu música todo eso que encierra tu pecho. No de gusto se dice “cada maestro con su librito”. No te des por vencido, la vida es un laberinto y en nosotros está encontrar la punta de la madeja.

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