Más de 220 floridenses se sumaron al evento que combinó deporte, mascotas y conciencia por el bienestar animal.
Carlos Enciso presentó un modelo innovador de prevención del delito con participación ciudadana, acompañado por Cristian Méndez, referente del exitoso programa implementado en San Miguel, Argentina.
La seguridad dejó de ser solo asunto de la Policía o de las autoridades. Hoy, la tecnología y la participación ciudadana se combinan para ofrecer soluciones concretas que, más allá de prevenir delitos, refuerzan la confianza comunitaria. En ese camino se ubica “Ojos en Alerta”, un modelo que fue presentado este martes en Florida por el ex embajador uruguayo en Argentina y exintendente, Carlos “Pájaro” Enciso, junto al argentino Cristian Méndez, uno de los impulsores del proyecto en el Municipio de San Miguel.
El programa, que ya logró transformar la seguridad en esa ciudad bonaerense, propone una herramienta simple pero eficaz: utilizar WhatsApp como canal directo entre los vecinos y un centro de monitoreo municipal. No se trata solo de cámaras o patrulleros, sino de activar el ojo humano, el sentido común y el compromiso con el entorno.
Una propuesta nacida del vínculo entre vecinos y Estado
Enciso recordó cómo surgió el interés por el modelo: “Un amigo en común nos presentó, pero cuando fuimos con José Luis [Curbelo] a San Miguel y vimos ese símbolo del ojo, nos pareció interesantísimo. Empezamos a investigar, a contactar, y hoy estamos acá, con la posibilidad de pensar cómo adaptarlo a nuestro departamento”.
El sistema fue explicado en detalle por Méndez, quien no solo aportó cifras y mapas, sino que habló con convicción de un cambio de mentalidad. “Antes, los vecinos no denunciaban porque no sabían cómo, o porque sentían que no servía. Hoy mandan mensajes, alertan, colaboran. La diferencia entre un robo y una tentativa está en la rapidez de esa alerta y en la capacidad del sistema de actuar a tiempo”, señaló.
Según los datos compartidos, en San Miguel se reciben más de 3.200 alertas por mes, muchas de ellas resueltas antes de que el delito se concrete. El 63% de esas acciones son de prevención, el 30% ejecución y el 7% asistencia médica. “No todo es policía: también hay postes caídos con riesgo eléctrico, animales sueltos, accidentes menores. El sistema sirve para todo tipo de emergencias”, explicó Méndez.
Del celular al patrullaje inteligente
Una de las fortalezas del modelo es su capacidad para generar estadísticas en tiempo real. A través de dashboards, se puede visualizar qué zonas requieren más presencia, en qué horarios se intensifican los reportes, y cómo se distribuyen los distintos tipos de alerta. “Es un electrocardiograma del municipio. Así sabemos cuándo bajar o subir la cantidad de patrullas, cómo optimizar los recursos”, ejemplificó el funcionario argentino.
Con mapas de calor, categorización por tipo de evento (delito, prevención, asistencia) y respuesta humana personalizada a cada mensaje, el sistema ha logrado reducir significativamente los tiempos de respuesta. “La clave es que la gente sienta que hay una persona del otro lado. No es un bot. Es un buen día, ¿qué pasó?, ¿en qué te puedo ayudar?”, enfatizó.
“Le cambiás el chip al vecino”
Más allá de lo tecnológico, Méndez insistió en el cambio cultural que produce Ojos en Alerta: “Antes la gente no prestaba atención. Hoy está atenta. Se convierte en parte activa. Tenemos miles de ‘darines’, como digo yo, que ven cosas que antes pasaban desapercibidas. Les dimos herramientas para actuar, y eso transforma a las comunidades”.
Uno de los ejemplos más conmovedores fue el de Oscar, un vecino que recibió la capacitación un año antes y supo esperar su oportunidad para actuar. “Oscar me dijo: ‘Yo sabía que iba a llegar mi momento’. Y cuando vio el robo de dos bicicletas, alertó de inmediato. Le cambiaste la cabeza para siempre”, contó Méndez, emocionado.
¿Un modelo posible para Florida?
La presentación despertó el interés de actores locales, y la posibilidad de implementar una experiencia piloto en Florida no parece lejana. Enciso destacó que este tipo de iniciativas permiten “dar herramientas al ciudadano, mejorar la prevención y cuidar nuestros espacios públicos”, mientras que Méndez aseguró que está dispuesto a colaborar con todos los municipios que deseen replicar el modelo.
“Esto no es solo un sistema, es un modelo. Y funciona en ciudades grandes, medianas y pequeñas. Lo importante es entender que la seguridad empieza cuando el vecino se involucra y el Estado responde”, cerró Méndez.
Por ahora, Ojos en Alerta ya abrió los ojos en Florida. Y aunque aún no se implementó, dejó sembrada una semilla que podría germinar en un nuevo paradigma de seguridad ciudadana, más humano, más ágil y profundamente solidario.
