“¿Sabés que la toqué?”, confesó Graciela Mariezcurrena, aún sorprendida por lo vivido.
Lo que parecía ser el comienzo de una nueva etapa para Graciela Mariezcurrena y su esposo se convirtió en una escena digna de película. Ayer por la mañana, la mujer ingresó por primera vez a la vivienda que acababa de comprar en la zona de calle Sierra casi Roxlo, en la ciudad de Florida. La casa había estado abandonada desde el fallecimiento de su anterior propietario y fue adquirida por Mariezcurrena a través de un trámite legal con herederos radicados en Montevideo.
Al abrir la puerta y comenzar a recorrer los ambientes, la pareja se encontró con una inesperada y alarmante sorpresa: sobre una mesa descansaba una granada de mano. “¿Sabés que la toqué?”, relató Graciela, aún entre risas nerviosas. “Pensé que era algo viejo, de colección, no sabía que podía ser peligroso”.
La mujer no dudó en radicar la denuncia apenas amaneció. Se dirigió a la Jefatura de Policía de Florida y puso en conocimiento lo ocurrido. De inmediato se activó un operativo con participación de personal policial y bomberos, que aseguraron la finca mientras se esperaba la llegada de una unidad militar especializada para el retiro del artefacto.
Graciela también comentó que tras el fallecimiento del anterior dueño, la casa había sido objeto de robos. “Después que el señor murió, se llevaron dos armas de fuego. Así que sentí que tenía que hacer lo correcto”.
A pesar de la tensión del momento, la nueva propietaria se mostró serena y aseguró que actuó como debía: “Con mi edad, ya nada me sorprende mucho. Hay que actuar con calma y hacer lo que corresponde”.
Por suerte, no se reportaron heridos y la situación fue controlada sin consecuencias mayores.
