Cono camina despacio a paso cansino por la calle céntrica. Su preocupación es una sola: encontrar trabajo. En una carpeta con elástico lleva su curriculum. No tiene experiencia laboral. Solo trabajó ayudando a su padre que es herrero y, ocasionalmente, hace trabajo de albañil. Eso no cuenta mucho porque nunca tuvo patrones. Hoy entregó su hoja de historia con datos personales, estudios e, incluso, copia de su libreta de conducir. Las respuestas que recibió en algunos casos no eran muy alentadoras: ¯ Venga la semana que viene. ¯Por ahora no necesitamos personal. Y así unos cuantos. Parecía que sus estudios no interesaban a nadie, como sus años de Escuela técnica done aprendió casi todo lo que sabe. Pensaba no puedo irme a otro lado y ocasionar gastos en casa. Todo está difícil y el resto de la familia depende de lo que ganan mis padres. Por ahora debo encontrar trabajo en mis pagos. Así las cosas, con el ceño fruncido llega a su casa. Su padre siente el portón y sale a recibirlo mate en mano. ¯ Vení, vamos a tomar unos mates. Te llamaron de una empresa. Te explico todo. Tenés que presentarte mañana a las siete. Te toman a prueba. Les gustó también que tengas libreta de conducir.